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Por Jaime Rozas , 23 de mayo de 2019El renacer de la Casa Binder en Puerto Varas: así quedará esta histórica construcción
A comienzos del siglo XX, con la llegada de la estación de ferrocarriles a la ciudad, Puerto Varas experimentó el auge económico de la mano de la agricultura y el ganado. Fue en ese contexto de la década del 20, cuando la familia Binder –de origen alemán–, encargó la construcción de esta casa en el sector alto de la ciudad, de modo de tener una vista privilegiada hacia la feria de Puerto Varas, que los hermanos Binder instalaron a un costado de la estación, lo que favoreció fuertemente su negocio. Desde su primeros días, el edificio se habilitó como residencia familiar, oficina comercial y centro de operaciones de la feria ganadera.
Con el correr de los años, la casa tuvo distintos propietarios y evolucionando en su uso, lo que fue contribuyendo a su deterioro. Primero como facultad de una desaparecida universidad y luego transformada a un gimnasio. “Sin duda, lo que más ha dañado la casa son modificaciones posteriores de uso, porque se removieron tabiques interiores y eliminaron piezas. Las estructuras de maderas de este tipo son estructuras solidarias, por lo tanto, si tú modificas algo, afectas la estructura completa”, sostiene Daniel Naritelli, arquitecto que lidera la restauración.
Luego de una década de abandono, la casa Binder volverá a la vida recuperando el uso comercial que experimentó en sus orígenes. A contar del segundo semestre de 2019, alojará la oficina central de la Inmobiliaria Altas Cumbres y Constructora Axis, grupo con más de 25 años en el desarrollo inmobiliario del país y que tuvo la iniciativa de recuperar esta icónica construcción, tanto para la ciudad como para el barrio donde se inserta.
“El mayor aporte patrimonial de este proyecto es que se suma a un conjunto de iniciativas privadas para conservar inmuebles de carácter históricos que evidencian una etapa de auge económico y crecimiento de la ciudad, consolidando el Barrio Estación como un lugar de relevancia dentro de Puerto Varas”, explica el arquitecto Daniel Naritelli.
Naritelli reconoce que la buena calidad de la construcción alemana-chilota ayudó a que la casa resistiera el paso del tiempo, los embates del clima y varios terremotos. “Las casas del año 20 de este sector de Puerto Varas, en general, fueron muy bien construidas. Se caracterizan por tener influencias neogóticas y su composición espacial se basa en volúmenes interceptados de madera perpendicular. En el caso de esta casa, encontramos maderas como el roble pellín, pisos de mañío y de lingue, vigas de ulmo, laurel en estructura, etc., lo que asociado al sistema constructivo revela que fue una casa muy bien construida. Los diseños son alemanes y en la construcción participaron maestros chilotes que tenían experiencia en el trabajo en madera”, explica.
Al momento de analizar el estado de la Casa Binder, participaron arquitectos y carpinteros, que ayudados de la tecnología láser pudieron obtener más información. Fue tan detallista el trabajo que se hizo el decapado de pintura mediante calor para llegar al color original de las fachadas, que resultó ser crema y celeste en las puertas.
“Estamos sumamente involucrados con ser un aporte a la ciudad. Vemos que el desarrollo inmobiliario debe coexistir de manera amigable con la historia, el medio ambiente y la comunidad. Es por esto que en el proyecto de restauración, consideramos un espacio para la realización de actividades que sean un aporte para la comunidad y que pueda utilizarse como galería, realización de charlas, etc.”, explica Diego Croquevielle, gerente general de Inmobiliaria de Altas Cumbres.
Actualmente la restauración de la Casa Binder está en su etapa final, con un avance de un 95%, por lo que proyecta su inauguración durante el segundo semestre de 2019.
Macarena Santelices
Periodista Agencia Grupo Aparte
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