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Por Lorenzo Palma , 5 de noviembre de 2019Inició proyecto que reconstruirá la historia de los últimos 1000 años de marea roja
Serán cinco años de investigación para adentrarse en el pasado de la marea roja en los fiordos patagónicos a través del estudio de muestras de testigos de sedimentos, verdaderos testigos del pasado, que se obtienen por distintos métodos de perforación.
Con los testigos se pueden hacer estudios geológicos, análisis químicos y biológicos, permiten conocer las condiciones de oxigenación de las aguas superficiales, así como los cambios climáticos y oceanográficos del pasado.
La iniciativa es financiada por el Programa Internacional de Geociencias de la UNESCO y la investigación es dirigida en Chile por la experta en Oceanografía y Biología Marina, Dra. Claudia Aracena. Ella junto a investigadoras e investigadores de Chile, Argentina y Europa, además de estudiantes de postgrado esperan entregar antecedentes las distintas proliferaciones de microalgas, especialmente de aquellas que tienen un efecto nocivo, cuya presencia ha sido característica de las aguas de los fiordos de Patagonia en las últimas décadas.
Las microalgas, llamadas fitoplancton, son la base de la red alimentaria en el océano, y también son responsables de convertir el dióxido de carbono en oxígeno a través de la fotosíntesis. Sin embargo, hay un grupo de fitoplancton conocido como algas nocivas que causan daños a la salud humana, la vida silvestre, el turismo, la pesca y la producción acuícola.
“Lo que queremos saber es qué pasó en sitios que pueden registrar sedimentos en edades menores de mil años. Estudiaremos la historia reciente de las floraciones de algas nocivas, en el marco la época geológica que refleja el impacto del hombre en la tierra en los últimos mil años, conocido como Antropoceno”, explicó la especialista.
Primer encuentro de expertos
Durante el mes de octubre en se realizó el primer encuentro internacional de expertos en marea roja. La actividad duró tres días, participaron más de 25 expertos, y se reunieron en el Laboratorio Costero Calfuco, de la Universidad Austral de Chile.
La directora del proyecto calificó que fueron jornadas muy enriquecedoras, se han acordado colaboraciones con grupos de trabajo de Argentina, con el Centro i~mar de la Universidad de Los Lagos y Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS), Universidad Bernardo O'Higgins. Preliminarmente se definieron dos áreas de muestreo, una será el Seno de Reloncaví y otra en las cercanías del Puerto del Hambre.
Otra destacada investigadora de Argentina, la Dra. Claudia Marcela Borel, comentó que quedó gratamente sorprendida por el compromiso y la colaboración de los investigadores. “Es muy importante el periodo de investigación de este proyecto. Hay puntos donde las floraciones algales nocivas están afectando. Es una idea muy original, ya que combina lo actual y lo fósil”, expresó.
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