Agro y ganadería
Por Marcelo Vera , 28 de septiembre de 2020Pequeños agricultores usuarios de INDAP marcan un hito histórico con el establecimiento del primer cultivo de vides en la región
En base a estudios independientes y al efecto del cambio climático, en la última década se ha desarrollado una incipiente vitivinicultura en la Zona Austral gracias a una riqueza en microclimas, lo que ha llevado a que dentro del mapa vitivinícola nacional se reconozca el Valle de Osorno como la zona más al sur de la industria del vino chileno.
Estas características han buscado innovar en la agricultura familiar campesina con un sistema de negocio sustentable, a través de la producción de uva vinífera para la fabricación de vinos, estableciendo una alternativa productiva. Este desafío fue concretado por la Universidad Santo Tomás Sede Osorno, quien junto al ingeniero agrónomo e impulsor de esta iniciativa, Rodrigo Moreno, postularan el Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC, adjudicándoselo el año pasado y desarrollando este año el proyecto junto los pequeños agricultores usuarios de INDAP.
Fue justamente en la comuna de San Pablo, con la presencia de diversas autoridades regionales, donde se dio el hito de este programa con la primera plantación de vides en predios de pequeños agricultores, el que buscará además, fomentar el cooperativismo y la asociatividad entre las familias campesinas.
“Le doy mucha importancia a este proyecto de innovación FIC de la Universidad Santo Tomás y que también aplica en la comuna de San Juan de la Costa. Es un proyecto de viña para la agricultura familiar campesina, donde cada uno planta un cuarto de hectárea de tres distintas variedades: Pinot Noir, Sauvignon Blanc y Chardonnay, en lugares especialmente elegidos con una exposición del sol al norte. Creemos que este es el gran cambio que hay que producir en la pequeña agricultura. Sembrar un cuarto de hectárea que le permita mejorar sus ingresos y meterse en una nueva producción. Tenemos la oportunidad de tener el conocimiento de un vitivinicultor que está trabajando en la zona como Rodrigo Moreno, la Universidad Santo Tomás que entrega toda su experiencia y apoyo académico, el gran trabajo INDAP y por supuesto la experiencia de la Agricultura Familiar Campesina, que aquí está muy bien representada. Por eso le tenemos mucha fe a este proyecto FIC 2019 que ahora se está aplicando aquí en San Pablo y en San Juan de la Costa”, destacó en la oportunidad el Intendente Harry Jürgensen.
Por su parte, el director regional de INDAP, Carlos Gómez, señaló el orgullo de ser parte de esta iniciativa de innovación y competitividad del Gobierno Regional que ejecuta Universidad Santo Tomás.
“Es un hito poder plantar viñas en esta latitud del país, lo que además de diversificar la productividad permitirá fomentar el cooperativismo y la asociatividad entre los agricultores pertenecientes a comunidades indígenas para poder comercializar esta producción, y otras, en distintos mercados. Es un gran proyecto que sin duda busca la diversificación e innovación la que permitirá, además, generar mayores ingresos para los pequeños agricultores y otras alternativas donde incluya el trabajo familiar en esto. Son agricultores que tienen las ganas, las capacidades y quieren emprender en otros tipos de cultivo, por lo tanto están dispuestos a arriesgarse en esta producción en una zona que hoy sabemos tiene condiciones y desde INDAP le haremos seguimiento y acompañamiento para que pueda resultar todo un éxito”, puntualizó el directivo regional.
Desarrollo productivo
El proyecto adjudicado por la Universidad Santo Tomás Sede Osorno se denomina “Desarrollo de Nuevas Oportunidades Frutícolas en la Región de Los Lagos en Base al Cultivo de Vides” y es apoyado por el Gobierno Regional de Los Lagos, a través de un FIC 2020 con un monto superior a los $98 millones de pesos (85% del financiamiento total del proyecto) y por INDAP, que participa como organismo asociado, lo que beneficiará a 10 familias campesinas en esta primera etapa, donde se busca instalar las competencias en el territorio.
Al respecto, el rector de la Universidad Santo Tomás, Eugenio Larraín, destacó la iniciativa como una investigación aplicada muy importante para esta casa de estudio. “Este es un gran proyector que demuestra cómo se pueden generar dentro del proceso de investigación de las universidades un producto que tiene como futuro la gran posibilidad de proyectarse en el largo plazo. Hoy estamos partiendo con 10 agricultores, a los que agradecemos la confianza en nosotros, y que serán un ejemplo para muchas otras familias para poder generar en esta zona y en un futuro una gran producción vitivinícola de gran calidad, desarrollando el sector de una forma impensada hasta el día de hoy. Muy contento además con el apoyo del Gobierno Regional que no da el financiamientos para desarrollar este proyecto, además de todo el equipo de investigadores de Santo Tomás, y en especial a Rodrigo Moreno, que están muy comprometidos con este trabajo que se viene en el futuro y a los agricultores que con su experiencia y trabajo creemos que lo harán muy”, señaló Larraín.
Es lo que destaca también el Ingeniero Agrónomo, e impulsor de esta iniciativa, Rodrigo Moreno que señala que esta iniciativa nace desde una inquietud por traspasar las competencias que ha generado su experiencia de 20 años cultivando viñas en la zona hacia a la agricultura familiar campesina, por medio de INDAP, que tiene la experiencia conoce a la gente que ha desarrollado bien sus cultivos.
“Entonces poder traspasarles más competencia para que ellos diversifiquen su abanico productivo les da nuevas herramientas de cooperativismo y virtuosidad, porque las viñas tienen la particularidad de que donde hay viñas hay turismo, donde hay turismo existe gastronomía y donde hay gastronomía se vende artesanía. Así hay menos migración campo-ciudad de la juventud. Entonces todos estos proyectos vienen a reforzar eso en las zonas más rezagadas y se pueden generar nuevas alternativas de negocio. La idea es que los productores se se asocien, formen cooperativa y sean vendedores de fruta en un primer momento y luego escalar y generar sus propios vinos. Vinos con una historia, hechos a manos, vinos singulares que hoy en día el mercado exige. Que tengan un relato, que estén producidos en lugares hermosos como este porque en un lugar hermoso difícilmente se va a desarrollar un mal vino”, puntualiza.
Confianza que también destaca Sixto Aguas, agricultor del Sector Los Juncos, en la comuna de San Pablo, lugar donde se realizó el hito de esta primera plantación, y que espera ganar experiencia en esto para poder desarrollar un buen trabajo en los próximos años.
“Al principio no le tomé mucho interés a este tema, pero luego cuando quede dentro de los agricultores elegidos y vi que mi predio tenían potencial para ser una viña y me dieron la oportunidad, supe que tenía que aprovecharla. Tengo una gran expectativa de que esto va a ser muy bueno para mí y para todas las familias que estamos en esto. Por eso también me dedique a cercar bien el terreno, a preparar de buena forma la tierra y hacer bien las cosas. Esta producción va a ser muy importante, porque me generará los recursos para el futuro, será casi una jubilación para mí, así que muy ansioso y confiado de este proyecto”, resalta el pequeño agricultor
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