Calbuco renueva su tradición con fiesta de las luminarias

Nadie sabe desde cuándo, pero durante las semanas y días previos al 28 de septiembre, los niños y jóvenes salen a recolectar “coligüe”, lo acumulan en un lugar en forma de ruca india y a la hora del crepúsculo de ese día, la encienden. El archipiélago se ilumina proporcionando un bello espectáculo que conmemora el onomástico del Santo Patrono de Calbuco, San Miguel. Las casas en signo de reverencia al Santo, son engalanadas con faroles y velas encendidas en las ventanas. 

Esta constituye una de las tradiciones más antiguas de Calbuco y sus alrededores y en cada oportunidad se realiza con renovado fervor, este año el programa comienza con el lanzamiento del libro del escritor Calbucano Esteban Barruel, “historia y tradiciones del archipiélago de Calbuco” a las 15: 30 en la Casa de la Cultura, a las 18:30 se realiza la Misa de la Fiesta de Las Luminarias en la Iglesia San Miguel Arcángel, a las 19:30 hay un pequeño acto cultural en el mismo recinto. A las 20:00 se realiza la procesión al Patrono San Miguel Arcángel.

Carrera

Una de las novedades de este año es que se retoma la “Maratón de los indios”, cuyo ganador encenderá junto a las autoridades la luminaria oficial, tal como se hacía hace algunos años, se espera que los competidores lleguen aproximadamente a las 20:30 para que a las 21 se haga el encendido de luminaria.

El Alcalde Francisco Calbucoy, valoró la manera en que los calbucano mantiene sus tradiciones “esta es una de las tradiciones que nos identifican como calbucanos, desde niños uno se prepara, sale a buscar colihue con los amigos y vecinos, es algo espontáneo, nadie lo enseñó, sin embargo queremos reafirmar nuestras tradiciones y poder mostrársela al resto del país y el mundo, pese a la pandemia estamos cumpliendo con nuestras costumbres y rescatando tradiciones como la maratón de los indios ”indicó.

Milenarios orígenes

La costumbre de las luminarias en Calbuco, es una costumbre heredada de los españoles desde los tiempos de la colonia. Son variadas las interpretaciones que se le han dado a esta tradición. Algunos aseveran que éstas serían expresiones de los pueblos árabes que invadieron España entre los años 711-1492.

Sin embargo, la génesis de ellas puede encontrarse tanto en las costumbres primitivas anteriores al cristianismo, como en testimonios históricos más recientes de la Edad Media, particularmente, en la costumbre de encender hogueras que tienen en el norte de Europa durante la víspera de Cuaresma, San Juan, Todos los Santos, Navidad, Reyes Magos y otros.

De todas formas estas manifestaciones al parecer guardan relación con las antiguas concepciones sobre la vida y la muerte; el fuego purificador, que libera del mal al hombre y le abre nuevas sendas de fertilidad, esperanza y vida. La Iglesia Católica ha aceptado, estos fuegos purificadores, porque al parecer se enmarcan dentro de la simbología cristiana de la tributación u homenaje hacia los mártires.

Otras interpretaciones

Muchas son las interpretaciones que existen respecto al origen de esta centenaria festividad en la zona. Una de ellas dice que las luminarias era una costumbre arraigada entre los españoles que habitaban en los fuertes de Chiloé en el siglo XVII. Éstos celebraban sus fiestas tanto religiosas como paganas con hogueras. Eso hace suponer que la zona de Calbuco fue la única donde la costumbre no fue afectada por la aculturación, ni la anexión del territorio chilote a la administración de Chile en 1826.

La tradición oral señala que los indígenas calbucanos creían que los españoles eran ayudados por el poder divino de San Miguel. Fue tanta la curiosidad y deseo que sintieron los naturales que decidieron intentar el robo del Santo Patrono. Los españoles precavidos de ese acto, encendieron fogatas para alumbrarse y evitar un ataque sorpresivo, instaurando de esta manera una nueva costumbre que fue seguida por los aborígenes.

Otra interpretación, la más creíble quizás, señala acerca de la celebración del día de San Miguel, que antiguamente, cada 29 de septiembre al amanecer se hacía una misa en la iglesia de la ciudad como manera de reconocer el poder que para los nativos tenía San Miguel. Los indígenas llegaban por la tarde con sus botes cargados de “coligüe” seco, solían esperar en la playa la hora de la misa y encendían fogatas para protegerse del frío. Con el tiempo esto se hizo costumbre y los isleños que no podían venir encendían fogatas en los cerros más altos para evidenciar su devoción al Santo.

También circula una versión poco conocida que indica que la festividad tendría su origen en el conflicto entre españoles e indígenas que realizaban el “tableo”. Estos últimos debido a los malos tratos recibido habrían decidido quemar en vísperas del 29 de septiembre, todos los lugares donde se acopiaban tablas de alerce. Entonces, como forma de recordar el hecho se encendían fogatas todos los años.

A fin de cuentas, sea cual sea el origen de la fiesta de las luminarias, lo que está claro es que se ha constituido en una tradición calbucana que ha perdurado a través de los años.

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