Formalizan a ex sacerdote por presunta estafa al arzobispado de Puerto Montt

El presbítero había sido expulsado del estado clerical luego que una auditoria interna de la iglesia católica revelara una serie de irregularidades y conductas que fueron catalogadas como delitos canónicos. Por ello, el Vaticano determinó -luego de una investigación iniciada el año 2018- que Tulio Soto Manquemilla dejara de ser sacerdote en febrero del 2022.

El propio arzobispo de Puerto Montt, Fernando Ramos, calificó en su momento estas acciones como “reñidas con el ministerio sacerdotal y que todos los antecedentes relativos al caso fueron entregados a la Fiscalía, que evaluará según su mérito la eventuales responsabilidades penales que pudieran existir”.

Entre algunas de las irregularidades detectadas estuvieron que el sacerdote se había autocontratado para abultarse el sueldo. Además, prestaba dinero perteneciente a la iglesia a otras personas particulares.

Efectivamente estas acciones bastante terrenales no quedaron sólo en el ámbito eclesiástico sino que -de acuerdo a la Fiscalía- también en el ámbito penal.

Así lo confirmó el fiscal jefe de Puerto Montt, Marcelo Maldonado. “Se habían denunciado estos hechos por el anterior administrador apostólico, se había presentado la querella respectiva que involucraba al imputado en una serie de actos que fueron puestos en conocimiento de la Fiscalía y que fueron indagados. Se llegó a la conclusión de estos dos hechos ilícitos que fueron objetos de una imputación”

El ex sacerdote quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional y de no acercarse a las dependencias del arzobispado de Puerto Montt, institución en la que había logrado convertirse en Vicario General, es decir en su segunda autoridad en la época del obispo Cristián Caro.

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