Ministerio de Bienes Nacionales hará gestiones para que islote Conejo quedé bajo administración de Queilen

Se trata de un lugar donde habita el pingüino magallánico y otras especies que son una reserva invaluable de la biodiversidad que requieren ser preservadas para las futuras generaciones. Este objetivo fue planteado por el alcalde de Queilen, Marcos Vargas,  a la Subsecretaria de Bienes Nacionales en Santiago para que esa cartera inscriba a su nombre el Islote -que hoy es fiscal- y luego pueda ser traspasado al municipio.

“Y en esa situación, con los papeles ya al día y en la mano, podamos a través de una Reserva Natural Municipal, Renamu, que es un figura legal que nos permite la ley orgánica de municipalidades, impulsar la protección de este espacio que tenemos en la comuna de Queilen” explicó el alcalde Vargas.

La solicitud fue bien acogida por la Subsecretaria quien recordó que dentro de los nuevos lineamientos de su cartera está por la protección de aquellas zonas que constituyen una reserva para la humanidad. “Y por lo tanto islote Conejos creemos que cobra real importancia, sobre todo porque existe el interés del municipio de poder administrar y proteger este espacio. Nosotros vamos a hacer todo lo tendiente para proteger esa zona, de tal manera que el islote pueda pasar al municipio para ir en conjunto avanzando en la protección del medioambiente” aclaró Marilén Cabrera, Subsecretaria de Bienes Nacionales.

Para alcanzar el objetivo se consideran una serie de etapas que se deben ir cumpliendo para el futuro traspaso de esta reserva en la isla de Chiloé. “Primero tenemos que hacer la mensura en la que hay que identificar el islote de tal manera de poder tasarlo y darle valor, asignarle un rol. Y de esa manera, teniendo una escritura que pueda identificar ese bien raíz o unidad catastral, ya estamos en condiciones de hacer una transferencia o concesión” explicó la Subsecretaria.

El Islote conejos se ubica en el canal Queilen a 65 kilómetros de Castro. El lugar, por su extraordinaria biodiversidad concita cada vez más el interés de los turistas, quienes eso sí, deben acatar las recomendaciones de no alterar el hábitat de los pingüinos y demás especies migratorias que llegan todos los años a este rincón del sur chileno.

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