Castro y Puerto Montt dos ciudades unidas por su gente e historia fundacional

El 12 de febrero es una fecha clave en el calendario de la historia de Chile dice el historiador Cristóbal García-Huidobro. No sólo porque Pedro de Valdivia puso la primera piedra de Santiago -la capital chilena- y fue la firma del Acta de Independencia, sino porque acaecieron diversos hechos históricos. 

Y para nosotros los sureños, esta fecha tampoco pasa inadvertida. También es sinónimo de la fundación de dos ciudades relevantes en el desarrollo de la región de Los Lagos, claro que con cientos de años de diferencia. Es un 12 de febrero de 1567 cuando el Capitán Martín Ruiz de Gamboa funda la ciudad de Santiago de Castro, lo que la constituye en una de las ciudades más antiguas de Chile y más austral del continente en el siglo XVI.

Doscientos ochenta y seis años después, en la playa de Melipulli, ribera norte del seno de Reloncaví, Vicente Pérez Rosales fundó en 1853, un 12 de febrero,  la villa que más tarde se conocería como Puerto Montt, en honor al Presidente de la época, Manuel Montt.  

La ubicación estratégica fue una de las razones de su fundación y por supuesto, ha marcado su desarrollo como pilares de las provincias de Llanquihue y Chiloé. 

Y es que la capital de la región de Los Lagos, explica el profesor de la Universidad Austral de Chile, Ricardo Molina, en un artículo del Diario de Futrono que "Puerto Montt tiene desde su asentamiento basal la participación fundacional de muchísimos chilotes en la formación de su comunidad. Así entonces, el sincretismo étnico-cultural de los pueblos originarios (mapuche, huilliche y chonos), más españoles, alemanes y chilenos del norte, construyeron una comunidad con identidad única e irrepetible en esta región del país".

El archipiélago de Chiloé  cumple un rol vital también en el poblamiento de Melipulli como también en la refundación de Osorno y en la colonización de Palena, Aysén y Magallanes, comenta el profesor Molina.

Sin embargo, la arquitectura, la cultura, la gastronomía son pilares que los unen ya que gracias a sus habitantes se han desarrollado estas dos grandes ciudades de nuestra región.

Ciudad de Puerto Montt

Así, el agente colonizador Vicente Pérez Rosales desde su llegada al territorio de Melipulli quedó designado como intendente del naciente poblado, cargo que mantuvo hasta 1854.​ Los colonos alemanes no solo poblaron esta zona sino que también el lago LLanquihue y sus alrededores. Y en la zona del puerto marítimo, hasta 1893 el nombre «Melipulli» seguiría siendo predominante entre sus habitantes.​ (Carrasco Pacheco, 2018, p. 288.)

Los archivos del Museo de la Memoria, de la Biblioteca Nacional, señalan: “Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, el progreso de Puerto Montt fue notable. El censo de 1895, contabilizó 4.667 habitantes y el de 1907, registró una población de 7.364, poco menos del doble en 12 años. Sin embargo, en relación con el país, este puerto todavía conservaba su fisonomía propia, ajena a la realidad y el ajetreo de los grandes centros urbanos o a la marginalidad y el olvido de los pueblos rurales del valle central del país en la época.

”Luego de su conexión ferroviaria con el centro del país en 1912, se produjo una nueva expansión de los límites urbanos de Puerto Montt con la formación de nuevas poblaciones originadas por la intensa migración campo ciudad que caracterizó el período. En 1929 comenzaron a realizarse las obras de relleno de la bahía que encierra Puerto Montt. Buena parte del cerro Miramar sirvió de material de relleno y nivelación de las defensas. Hacia 1934 las faenas de construcción del malecón se extendían por dos kilómetros desde la estación de ferrocarriles hasta el puerto de Angelmó, ganándole al mar una buena franja de terreno. Como reflejo de este proceso de urbanización moderada se construyeron las primeras poblaciones en la parte alta de la ciudad.

Hacia 1950 la ciudad contaba con 27.500 habitantes y vivía un proceso de crecimiento y urbanización acelerado producto de su función como enlace con los territorios de Aysén y Magallanes. En consecuencia, la fisonomía de los sectores planos de Puerto Montt cambió notablemente tanto por la edificación de nuevas construcciones como por el deterioro de otras.

El sitio Biografía de Chile destaca que : “Hasta 1900 se extendió el período de la colonización, alimentada con numerosas oleadas de emigrantes europeos que llegaron a la ciudad o establecerse en sus alrededores, especialmente márgenes del Lago Llanquihue”. Y agrega que  “el asentamiento que se eligió había sido ocupado por el hombre desde hace por lo menos 5000 años antes, tal como dan cuenta restos de su presencia encontrados en Ilque, Pelluhuín Bajo, Puntilla Tenglo y Piedra Azul localidades cercanas a Puerto Montt, dada la existencia de abundantes recursos alimenticios”.

Ciudad de Castro

Más al sur, pero mucho antes había sido fundada por los españoles la ciudad de Santiago de Castro, en 1567. “El centro de la ciudad se distribuyó a partir de La Plaza de Armas. Hacia sus costados se repartió la tierra para la iglesia, el cabildo y los vecinos principales. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII la estructura urbana no varió sustancialmente, sin embargo, la primera gran evolución de Castro se generó en la segunda mitad del siglo XIX” (Cunill: 1964, p. 6).

Durante los años veinte, Castro experimentó cambios significativos debido al movimiento portuario. El crecimiento de la ciudad se incrementó gradualmente de acuerdo al nivel de la población. En 1936, la planta urbana ocupó desde Chacabuco por el sur, hasta Magallanes por el norte, y desde Serrano por el oriente hasta Freire (Urbina: 2010, p. 23).

Los factores climáticos y geográficos marcaron la historia de Castro: temporales, sismos, maremotos, saqueos e incendios han determinado la memoria de este pueblo. En ese sentido, las tragedias han configurado la comunidad de Chiloé, y su trazado urbano se ha organizado a partir de sus reiterativos cambios.

Estos procesos marcaron la participación activa del municipio junto a la comunidad.

A partir del incendio de 1936, y los sucesivos desastres que ocurrieron en la ciudad, Castro asumió una estructuración urbanística moderna, contraria al diseño de la edificación típica de antaño.

En la actualidad, ambas ciudades son clave en el desarrollo del sur chileno. La acuicultura y el turismo marcan su economía. Castro es la capital de la provincia de Chiloé con sus más de 40 islas. Puerto Montt, en tanto, no sólo es la capital de la región de Los Lagos sino también una de las ciudades que más ha crecido durante la última década en términos de población.

Este 12 de febrero, un nuevo cumpleaños une a ambas urbes a pesar de sus orígenes tan distantes en el tiempo. Claro que también las une su cultura de ciudades de borde costero, de navegantes, de lancheros, de comerciantes, de acuicultores, de milcaos y kuchenes. En fin, de gente ligada al mar, pero con los pies bien puestos en la tierra.

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