Expertos analizaron tecnologías de riego utilizadas en España que podrían usarse en Chile

Una serie de tecnologías de riego utilizadas en España que podrían usarse en Chile como la desanilización, el uso de aguas regeneradas y embalses con paneles fotovoltaicos, fueron analizadas en el seminario “Experiencia de regadío en España como herramienta tecnológica para abordar el cambio climático”, organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

El evento surgió producto de la experiencia del profesional de INIA Remehue Homero Barría, quien realizó un curso internacional de riego y viajó a España en noviembre del año pasado.

“Organizamos este seminario para transmitir la experiencia vivida y dar a conocer tecnologías que podrían ser implementadas en Chile para mitigar los efectos del cambio climático”, explicó Barría.

El profesional del INIA añadió que “el riego en la agricultura es un área de las más demandantes de agua dulce del planeta, por ello en diferentes partes del mundo, especialmente donde escasea el agua, se trabaja incansablemente buscando tecnologías para ahorrar agua y hacer un uso más eficiente de este recurso”.

Durante el seminario, el investigador de INIA Alejandro Antúnez se refirió al potencial productivo del uso del riego en cultivos, hortalizas y frutales, mientras que el profesor español José María Tarjuelo dio a conocer la experiencia de España, uno de los principales países referentes en el ámbito de riego.

A modo de resumen, Homero Barría explicó que “en las últimas décadas España ha desarrollado un trabajo importante con los denominados recursos hídricos no convencionales, donde aparecen el agua de mar, las aguas salobres y también el uso de aguas regeneradas para diversos usos, pero principalmente el riego en la agricultura”. 

Indicó también que “en un escenario de cambio climático la reutilización del recurso hídrico y el aprovechamiento de otras fuentes de agua, se han transformado en una estrategia con muy buenos resultados”. De hecho, resaltó el profesional del INIA que “actualmente en España se riegan más de 46.000 has con aguas desalinizadas”. 

Finalmente, a su juicio, “también es relevante el desarrollo e impacto que han tenido la construcción de embalses o balsas como se les conoce en España, para el almacenamiento y regulación de recursos hídricos para el riego, además del papel destacable en la sostenibilidad ambiental, por su capacidad de captación de CO2 y la posibilidad de convertirse en fuentes de energía renovable, mediante estructuras flotantes sobre su superficie, con cientos de paneles fotovoltaicos”.

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