Opinión
Por Lucas Chaparro Sepúlveda , 31 de enero de 2021“Hay que redefinir de manera integral el modelo energético domiciliario”
"La contaminación en las ciudades del sur de Chile es la manifestación más evidente de un modelo energético ineficiente e informal, que profundiza la pobreza en barrios con escasos recursos y que pone en jaque la sustentabilidad de nuestros ecosistemas forestales". Así calificó el especialista en conservación y medio ambiente del movimiento Transforma Puerto Varas y jefe de proyectos de la Fundación Legado Chile, Tomás Gárate, la declaración como zonas saturadas de 8 comunas de la Región de Los Lagos.
El Diario Oficial publicó el viernes 29 de enero el decreto que otorga dicha condición a San Pablo, Rio Negro, Purranque, Puerto Octay, Frutillar, Llanquihue, Puerto Varas y Puerto Montt por su mala calidad del aire. La medida fue adoptada en septiembre de 2020 por el Ministerio del Medio Ambiente, sin embargo, para entrar en vigencia requería la revisión por parte de la Contraloría General de la República, proceso que culminó durante el mes de enero.
El documento señala que entre 2017 y 2019 la concentración de material particulado fino respirable MP 2,5 superó los niveles permitidos en la Norma Primara de Calidad Ambiental, de acuerdo a los registros obtenidos en las estaciones de monitoreo Mirasol, Alerce y Puerto Varas.
"Las principales causas son el elevado consumo doméstico de leña, la cual corresponde a la principal fuente de calefacción y el combustible de mayor penetración en la población de escasos recursos. Del total de leña anual consumida (13,1 millones de m3), solo el 23% se encuentra certificada, es decir, con un porcentaje de humedad menor al 25%, lo cual disminuye dramáticamente su poder calórico y aumenta la generación de material particulado contaminante”, explicó Gárate.
El consumo energético ineficiente es otra de las explicaciones para la situación, según el profesional: “El 65% de las viviendas en el sur de Chile no cuenta con estándares térmicos mínimos de construcción. Es decir, en la práctica muchas casas funcionan como un verdadero colador, con tasas de renovación de aire hasta 17 veces por sobre lo recomendado. Esto es agravado por el uso masificado de sistemas anticuados e ineficientes de combustión: salamandras, estufas y cocinas a leñas aprovechan solo hasta el 35% del poder calórico".
Con la publicación del decreto de zonas saturadas, el gobierno regional deberá abocarse ahora a la elaboración de un Plan de Descontaminación Atmosférica, instrumento destinado a coordinar acciones público-privadas para mejorar a mediano y largo plazo la calidad del aire en la zona.
Al respecto, Garate llamó a aprovechar esta oportunidad para “redefinir de manera integral el modelo energético domiciliario incorporando una mirada sistémica, interdisciplinaria y multisectorial”.
“Urge formalizar mejores prácticas de producción y manejo forestal; incentivar modelos asociativos y vecinales de compra y venta de leña certificada; y aplicar mejoras constructivas costo-eficientes en hogares de escasos recursos que respondan a diagnósticos técnicos especializados para cada barrio. A mediano plazo, requerimos programas de recambio de calefacción que vuelvan accesibles fuentes energéticas limpias", finalizó.
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