Señales que indican que no se debe volver con una ex pareja

Hay algunas parejas que viven su relación como si estuvieran recién saliendo de una crisis para entrar de inmediato en otra. Bajo la lupa de terceros que observan, pareciera que esta pareja se encontrara arriba de un escenario en que los tormentos que viven, una y otra vez, los condenaran a hundirse en un pantano, para luego volver a la superficie y estar juntas –una o más veces– y reiniciar el ciclo del dolor y los suplicios.

Una especialista en relaciones conflictivas de parejas como la Dra. Catherine Shu ha llegado a la conclusión que hay una serie de señales que permiten distinguir cuándo las personas están confundiendo la añoranza –es decir, el hecho de sentirse solas y melancólicas– con el verdadero sentimiento del amor hacia la ex pareja. Revisemos algunas de ellas:

Viejos errores que hacen reaparecer las viejas frustraciones: si la pareja busca revivir un romance que está moribundo y a un tris de fallecer, lo esencial que necesitan hacer los protagonistas de este drama, es discutir –y analizar– con mucho cuidado y atención los problemas que causaron la ruptura y el mutuo alejamiento. El hecho de rememorar los buenos recuerdos de una relación pasada puede ser algo bueno, pero únicamente cuando ambos son capaces de establecer una comunicación abierta y transparente, por cuanto, si no existe esta capacidad básica de toda relación, al poco tiempo reaparecerán los errores, las viejas frustraciones, las molestias y la desesperación por la conducta repetida del otro(a).

Es preciso aprender a estar solos: para algunas personas volver con la ex pareja puede parecer un sueño hecho realidad, con el riesgo de que muy pronto vuelva a reaparecer la pesadilla. Bajo estas circunstancias, el mejor servicio que pueden hacerse a sí mismas estas dos personas, es aprender a estar solas y a disfrutar de la propia compañía, o bien, de la compañía de los amigos y de sus hobbies personales. Si no se ha aprendido esta lección básica, existe la posibilidad cierta de que, en realidad, la persona no esté extrañando a la ex pareja, sino que sólo su compañía.

Los celos que no son reales: en el momento justo cuando la persona comenzaba a sentirse más liberada, feliz y de mejor ánimo, se entera que su ex pareja está saliendo con otra persona, instante en que comienza a sentir cómo la devoran los celos. Pues bien, antes de dejarse llevar por idealizaciones y sueños acerca de que él o ella era la “pareja ideal”, o de comenzar a bombardear el celular de la ex pareja con mensajes desesperados, la persona necesita comprender que los celos hacia una ex pareja son normales y que debe dejarlos pasar antes de incurrir en acciones tipo comando, con la finalidad de recuperar el antiguo romance, porque no le servirá de nada, más que volver a revivir el viejo infierno.

La importancia de recordar el dolor sufrido: hay ocasiones en que el proceso que implica conocer todos los hábitos, gustos y defectos del otro, puede conducir a algunas parejas a (re)vivir una relación llena de separaciones y reencuentros. Es preciso evitar este tipo de juegos martirizantes y de situaciones de tipo masoquista, por cuanto agotan y desgastan a las personas y las priva de la esperanza de una profunda y verdadera relación de amor. Si en el romance hubo infidelidades, si el otro trató de mala manera a su pareja, si la descalificó o ridiculizó en público, etc., la pregunta crucial que debe hacer el sujeto es: ¿por qué razón he de continuar manteniendo el mismo vínculo venenoso? La relación –para que tenga visos de realidad y pueda fructificar– debe, necesariamente, beneficiar a ambas partes. Jamás debe constituirse en una especie de lazo tóxico unilateral que causa un eterno duelo, aflicción y dolor en una de las partes.

Rechazo al período de citas: la persona ¿realmente está extrañando a la ex pareja? ¿O lo que en realidad sucede, es que no soporta la idea de comenzar a vivir un nuevo período de citas y enfrentar la posibilidad de tener que, nuevamente, mostrarse a sí misma y darse a conocer ante alguien desconocido? Lo que acontece en estos casos, es que lo que se suele extrañar de la ex pareja, es la comodidad y la facilidad que entregan las costumbres y los viejos hábitos adquiridos: las comidas favoritas, las salidas al cine, las mañas particulares de cada uno, etc. Esto es muy distinto al hecho de desear estar con alguien porque se lo ama.

Cuando los sentimientos se confunden: hay ocasiones en que la “comodidad” y la “nostalgia” se confunden con el deseo real de restablecer el vínculo con una ex pareja. La persona debe darse cuenta a tiempo que la nostalgia puede ser muy engañosa, ya que ella hace referencia a un sentimiento de tristeza mezclado con placer y afecto cuando el sujeto piensa en los tiempos felices, pero que ahora están en el pasado y que no necesariamente volverán a repetirse, si se vuelve a estar con la misma persona de la cual hubo que alejarse por salud mental.

En rigor, sólo cuando la pareja ha logrado superar una crisis y los recuerdos de los conflictos que llevaron a la pareja a separarse ya no generan malestar alguno, es factible comenzar a planificar un potencial retorno con la ex pareja, condición que, necesariamente, debe ser experimentada en forma mutua. El hecho que sólo uno de ellos esté con esa disposición interna, es dirigirse, nuevamente, hacia la perdición, el abismo y la desesperación.

Dicho de manera directa y clara: el volver a estar juntos sólo puede concretarse, si cada una de las partes ha logrado sentirse nuevamente satisfecha, plena y feliz consigo misma pensando en el regreso con el otro(a).

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